viernes, 4 de enero de 2008

Sin ningún propósito de Año Nuevo.

Este 31 de diciembre decidí (para variar) que no haría ninguno de los clásicos propósitos que todos los años con el entusiasmo de quien piensa " este año sí lo cumplo", se promete cosas tan prosaicas como rebajar los kilos de más acumulados por lustros, dejar de fumar, romper con el novio que la martiriza, cambiar el empleo que no le satisface o esas mentiras que sabemos se perderán a finales de Enero. Debido a que estoy en franca toma de conciencia que la vida se me está haciendo cada día más cortica, he resuelto no sólo vivir el día a día a plenitud, sino tratar de sacarle el mejor provecho a esas 24 horas que pasan tan rápido , unas tras otras y que sin remedio nos hacen repetir al final del año "Este año se fue rapidísimo". Así que mi propósito fue : No tener propósitos que cumplir, lo que me garantiza que al final de los doce meses tendré asegurado cero frustración.
Lo que si hice fue escribir muchos sueños y anhelos, llenar mi cabeza de paisajes que aún no he visitado , visualizar ciudades a las que quiero volver o ver por primera vez y con esa amalgama de cosas buenas hacer mi futura bitácora, guardando en ella muchas páginas para seguir cultivando amigos, recrearme en la lectura , en días de playa y por sobre todo en el amor de mi esposo, hijas y nietas .
Para que no quepa la menor duda de mi resolución de un año sin propósitos que cumplir, le haré caso a lo que me pida el cuerpo , cuando de descansar y no trabajar se trate.
!Me espera un 2.008 lleno de puro auto-consentimiento¡. A disfrutarlo que aún me quedan 360 días.