miércoles, 1 de enero de 2014

Agenda 2013

Comenzar a recordar lo que ha sido este año  2.013, ya en su último mes, casi agónico, y sin embargo con importantes acontecimientos  por ocurrir, me llena de nostalgia y de agradecimiento.  Lo primero porque sucedieron muchos hechos  que me llenaron de alegría y lo segundo porque viví momentos plenos, otros con problemas de salud y en ambos casos salí airosa.
            Comencemos por recordar un 1 de enero lleno de esa resaca que nos dejó el 31 de diciembre del 2.0012. Ese día en franca conversación  en nuestra casa Gustavo y yo solos, con la compañía de algunas botellas de cava, suficientes para hacernos olvidar penas y también recordarnos que al final somos él y yo juntos quienes enfrentamos el día a día.
                La ilusión de un viaje repentino cambió el panorama. Se organizó casi salido de la nada una ida para San José de Costa Rica. Salí de viaje el día 16 en la compañía de Walewska, Elías y Verushka. Tenía más de 30 años que no visitaba ese país y el cambio y desarrollo que ha experimentado es notable. No es que sea algo extraordinario, pero de aquella ciudad pueblerina  ha surgido una pequeña metrópoli que sigue creciendo y expandiéndose, conservando sin embargo el aire provinciano que da seguridad y confianza. Fueron siete días de amabilidad, ( me quedé hospedada en casa de la hermana de mi yerno),  paseos, buen comer (el almuerzo en el restaurant del Hotel Costa Rica es inolvidable) y que tuvo también sus momentos cumbres: uno de ellos  la visita al volcán Poas, con la laguna Boto a un lado, las fumarolas que nos indican que todavía está en estado de erupción;  y la ida a la playa que nos tomó cuatro horas de un tráfico que nos hacía recordar los regresos de Rio Chico, antes de la aún inconclusa autopista  Gran Mariscal de Ayacucho.
 Febrero se presenta con un viaje que ya había sido programado con bastante antelación. Ir a México (DF) al bautizo de la sobrina nieta Andrea, hija de mi ahijada Virna y Francisco. Adam. El viaje comenzó el día 7 hasta el 17. Llegamos a casa del hijo de mi amiga y hermana Lucero y fue una semana súper especial con varios momentos inolvidables. Compartir con la familia Castro-Lozano; asistir al Auditorio Nacional al concierto de  Luis Miguel; pasar un fin de semana a todo lujo en un apartamento en Acapulco con playa, piscinas y atención especial del amigo Luis Castro, un almuerzo con la prima Ysmaly y su encantador y hospitalario  marido Jaime Pérez, y por supuesto la bella ceremonia del bautizo de Andrea, realizada el día 16, y oficiada por un sacerdote que en todo momento hizo a la familia participe de ella  y el almuerzo lleno de detalles que vino después , en el Club Líbano. Siempre es grato volver una y otra vez a México y es que cuando se tienen afectos en el país visitado, es además de un placer una manera de reafirmar las amistades que allí tenemos. Fue un viaje preparatorio para el descanso obligado que tendría  al operarme el 25 de febrero el ojo izquierdo de cataratas. Nada que ver con la operación que me había hecho por el mismo motivo en noviembre del 2012, en el ojo derecho y que marcó un post operatorio horrible, ya que  estuve por varias semanas sin fijar la vista bien y con mucho dolor los primeros momentos. Esta vez fue un paseo, todo fue sobre ruedas y hoy no necesito lentes ni para ver  las letras más chiquiticas de los contratos o de las etiquetas de las medicinas.
Con el inicio de marzo nos toca enfrentar en el país la declaratoria oficial de la muerte de Hugo Chávez, el día 5. Vivir esa larga semana de duelo nacional, las interminables ceremonias de un velorio que parecía ser eterno, hasta al fin colocar (creemos) el cadáver MOMIFICADO en un mausoleo para su veneración perpetua, nos hizo distraer de nuestro objetivo que era comenzar a cerrar  los últimos detalles para  nuestro viaje anhelado y soñado muchas veces: Ir a Italia y pasear por la Toscana. Hice lo que nunca antes había hecho en los muchos viajes realizados; tomar un tour en autocar con el pomposo nombre de Italia de Oro, que nos llevaría durante 16 días desde Roma, por toda La Toscana, Siena, Florencia ,Pisa, Cinqueterri, Génova, La Spezia, Vernazza, Portofino, Santa Margarita, Milán, Orta, Stressa, (aquí de verdad que ya estábamos estresados y agotados) , Bérgamo, Lago Mayor, con el paseo hasta la Isla Giulio, Verona con la casa de Julieta e incluido dejar carta de amor y suspirar repetidamente  por tiempos pasados. Venecia  bajo un autentico aguacero que parecía llanero, y si no fuera porque allí estaban los canales, no nos alejaban mucho  del panorama del llano,  en invierno, ya que la Plaza San Marcos inundada a plenitud, casi nos hacia pedir una góndola para no caminar con el agua a los tobillos.  Fuimos a Padova, San Marino, el pequeño estado con su fortaleza y tiendas de lujo.; Gubbio, Perugia para hartarnos de chocolates, Asís, con la imperdible visita a la Basílica de San Francisco, Visitar la isla de Capri; llegando en un ferry que nos hacia recordar al Virgen del Valle en sus mejores tiempos, por todo lo que se movió. Allí otro espectacular almuerzo con la música en nuestra mesa y una simpatía de los mesoneros que casi parecía era sincera y no porque esperaran una buena propina. Nápoles para cantar y comer pizza y también tener un momento cumbre cuando nos reunimos en nuestro cuarto con cinco compañeros de viaje a dar cuenta de una botella de Limoncello recién adquirida en Capri, que dejó a todos con ganas de seguir la rumba y a mí enviciada con la bebida a base de limón.Nuestro breve paso por Sorrento nos encantó, y eso que fue bajo un temporal, que  me hizo prometer tal cual como si fuera en la canción Torna Sorrento, que volveríamos, porque lo poco que logramos ver debajo del paraguas, que al final  de la visita quedó destrozado, junto a diez más del grupo y abandonados en un cesto de basura, nos dio muestras de que sin lluvia sería para disfrutarlo a plenitud. El retorno a Roma estuvo marcado por las despedidas a los amigos hechos durante la travesía. Un grupo de argentinos y mexicanos y una pareja de paisanos que hicieron más agradables el viaje. Cinco días más por nuestra cuenta en Roma nos reconciliaron con el ajetreo del viaje, las levantadas temprano y el dormir todas las noches en un sitio diferente con lo que significaba hacer y deshacer las maletas. Nos dedicamos  a pasear por Roma a nuestro propio ritmo y a recorrer los lugares que Gustavo no había podido ver en los viajes anteriores, entre ellos los Museos del Vaticano y la Capilla Sixtina. Un verdadero placer que degustamos tanto como repetir la visita a la Fontana de Trevi para lanzar la moneda de espaldas por el lado derecho , esperando así que se cumpla la tradición y  regresar otra vez algún día. Lo que más nos emocionó fue el domingo al medio día en la Plaza San Pedro con el recién nombrado Papa Francisco en la hora del Ángelus y oírlo en vivo desde la habitación de la residencia papal, aunque esto fuera a través de las enormes pantallas instaladas  en la plaza llena con miles de miles de personas, y decirnos al final de su alocución con absoluta sencillez: y en varios idiomas  Hasta luego, buen apetito. El regreso de Italia vía Frankfurt fue el 8 de abril. Ya la Semana Santa se había esfumado y estábamos de frente a las nuevas elecciones presidenciales pautadas para el 15 de abril. Habíamos disfrutado de 20 días alejados de la diatriba política, pero  esa semana fue candente. La sombra del difunto estaba presente en todo acto o discurso y la agotadora campaña presidencial del año pasado que había culminado en diciembre del 2.012 con la reelección de Chávez, se veía ahora potenciada y renovada con la esperanza de que esta vez la oposición y su líder Henrique Capriles ganarían las elecciones . Creo que la noche que siguió a la votación se puede comparar a la pérdida de Granada por el Sultán Boabdil cuando su madre le dijo “no llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”. En el país hubo millones de hombres y mujeres que lloramos cual ese sultán, ese latrocinio de votos. Solo que ahora sentimos que perdimos no solo al país, con el triunfo ilegitimo de Maduro, sino que nuestra dignidad había quedado definitivamente pisoteada y nuestra seguridad personal seriamente comprometida, porque tenemos el gobierno de los corruptos  liderados por el hampa.
Mayo, por excelencia el mes de flores y de la Virgen me trajo la buena noticia de que uno de mis cuentos sería incluido en la antología que publicaría FAEC, (Fundación aprende a escribir un cuento), el cual finalmente salió publicado en junio y bautizado en La Pizarra, espacio cultural de la Alcaldía de Sucre el día 21 de agosto, bajo el titulo Amaneceres.
              Con todo el temor que en este país significa estar sin pasaporte vigente, el mío se vencía en agosto así que pedí la cita desde ya y me la dieron para asistir  a Ocumare del Tuy., el día 24 de mayo. Obligarme a ir a dos horas de Caracas para tomarme datos y huellas y saber que tendría que volver  a hacer el mismo recorrido para buscar el pasaporte, me hizo denigrar de nuevo y mil veces de la situación por la que pasamos en cuanto a lo difícil que resulta sacar tus documentos. Finalmente lo obtuve el 15 de agosto, casi tres meses después y todavía di gracias ya que a muchos les tarda hasta seis meses.
Junio. Mitad de año y hora de tomar la responsabilidad y decisión que había venido difiriendo desde octubre del año pasado. Tenía que operarme o en términos médicos me debía de hacer una laparotomía, o sea extracción de los ovarios. Ellos se habían salvado de la cirugía que me habían hecho en el año 81, pero ya era hora de dejarlos ir. Y el día 20 de le dije adiós a mis morochitos calcificados y echando broma, con resultados negativos a cualquier mal pensamiento que indicara cangrejos malignos y con tres semanas de recuperación que me parecieron largas y dolorosas. Pero listo ,sigo desprendiéndome de partes de mi humanidad que al parecer me sobran o no me hacen ya falta. En fin que cada día soy menos ciento por ciento original a lo que era cuando nací.
Julio.  Creo que la cercanía de las vacaciones escolares  y aunque hace largo tiempo que ya no tengo nada que ver con colegios, me despertó el gusanito   viajero, dormido desde mi regreso de Italia. Así que en un arranque impulsivo muy frecuente en mí cuando se trata de viaje planeé con la rapidez y premura del caso una semana en Paraguaná en un resort 5 estrellas llamado Hotel Caribe y para el Estado Falcón nos enrumbamos Gustavo y yo con las invitadas Vanessa y Victoria. Un cuarteto dispuesto a disfrutar del sol, el mar con una  playa  a la orilla del hotel y además tener el incentivo de que la zona es puerto libre y de repente se podían hacer unas compras de licores, queso o antojitos. Lo de gozar de la arena, sol y demás resultó apropiado y certero, pero lo otro fue frustrado, porque las importaciones cayeron a cero cuando a la zona no le dieron dólares de Cadivi. Así que nos conformamos con unas 6 botellas  de cava rebuscadas en cuanta licorería visitamos y que no estuvieran remarcadas y 6 de whisky que se salvaron de la apetencia de un grupo de salvajes que no le veían precio a nada. Lo demás hacer turismo local con empanadas y dulce de leche de cabra incluidos, y constatar que del incendio de la refinería  de PDVSA, todavía quedan los escombros y aquello parece arrasado por una bomba, que no es otra que  la de la desidia del gobierno.
Agosto. Este mes se me despertó ese pequeño monstruo que llevo dentro desde 2.008 y es el de querer agregar nuevas experiencias a la pasión de escribir. Me inscribí en un taller súper interesante denominado La historia de tu vida, que se prolongó en sesiones semanales, desde el 7 de agosto hasta el 11 de septiembre. Una reflexión de todo lo que he vivido y  la conclusión de que debemos dejar escrito nuestra historia y experiencias. No es una novela, no es ficción es lo que tú has vivido, gozado y sufrido. Son muchos años acumulados, es imposible recordar y poder abarcar todo. Además no se trata de una autobiografía. Es un examen personal que nos lleva a  retraernos mentalmente a una parte de esa vida, donde hay períodos en los cuales por una razón se repite una invariable. Yo elegí contar mis años que van desde .1983 a 1985. Lo constante en esos años fueron  las pérdidas. Me desprendí de muchos afectos, dije adios a gente que amaba, deje en el camino bienes materiales, renuncié a muchas cosas por las cuales había luchado, tuve momentos muy dolorosos  y al final  sobreviví a todo ello. .Por supuesto que no todo tiempo pasado fue mejor! Pero se aprende y se crece en las adversidades.
Como complemento de este taller hicimos una encerrona por tres días, 15, 16 y 17 de septiembre en un sitio espectacular situado muy cerca de Caracas, en el Estado Vargas en la vía hacia Osma. Es la posada spa Siete Mares. Un lugar privilegiado junto al mar, con unas instalaciones estupendas y con una atención que nos hizo sentir pequeños reyes de un mundo encantado. Un grupo participante que se dio entero y nos contamos parte de nuestra vida, lo que pasamos y lo que anhelamos. Una terapia sin sofá de por medio, sino con buena comida, cocktailes, vino  y relax total. Para repetirlo.
          También participé como todo un privilegio en poder llevar el conversatorio del Grupo Visión el día 26 de septiembre que tuvo como invitado especial a Francisco Zuniaga y así tener el gusto de oírle todos los cuentos y anécdotas que se convirtieron después en el libro La Otra Isla, ya con 11 ediciones. Una tarde amena en la que  fungí de entrevistadora y moderadora.
           Tenía la firme intención de escaparme una semana al menos a México, para estar presente el día 27 en los 85 años de mi hermana del alma Lucero, pero la situación de locura del país desató una compra salvaje de pasajes para raspar el cupo de dólares y me fue imposible conseguirlos con un precio que  pudiera pagar. Quedé frustrada. Para remediarlo y contando con que todavía me quedaba cupo Cadivi en mi tarjeta de crédito, conseguí un pasaje para Buenos Aires del 10 al 17 de noviembre. Perfecto, así visitaría a mi nieta adorada Verushka y coincidiría con la fecha posible de nacimiento de mi sobrina nieta, hija de Viryna y Adrian.
 Octubre .Habíamos venido trabajando en la corrección y edición del libro Historias que laten en Choroni. Ese libro había sido el ganador del concurso celebrado en la Bienal IV Ramón Palomares del año 2011, y el premio era la publicación del mismo, por parte de la Casa de las Letras Andrés Bello. Tuvimos la buena noticia de que sería presentado en el marco de la Bienal V Ramón Palomares que se celebraría en la semana del 16 al 20 de octubre entre  Escuque y Boconó, del Estado Trujillo. La alegría por ver al fin la publicación del libro, como corolario a ese proyecto de contar a través de 16 personajes parte de la memoria del pueblo de Choroni, nos llenó a todos los 11 cronistas participantes  de ganas de ir en persona a la presentación y bautizo del libro. Así que un grupo nos organizamos y nos lanzamos a la conquista de Boconó. Allí nos hospedamos en la posada de Calelo, un lugar mágico ubicado en Las Palmitas, a 30 minutos de Boconó. Días para compartir y estar en contacto con la naturaleza y además  ver nuestro sueño hecho realidad cuando en un acto celebrado en el Ateneo de Escuque , se presento nuestro libro y pudimos verlo ya publicado. Tuve además la alegría que Vanessa me acompañó en este viaje, para así  estar en plena identificación madre e hija.
Noviembre. El viaje a Argentina planeado se efectúo entre el 10 y el 17. La ilusión de ver a nuestra  nieta  Verushka, quien  desde febrero había regresado a Buenos Aires a continuar sus estudios y además que las fechas coincidan con el futuro nacimiento de la hija de mi sobrina Viryna, animó a Gustavo a acompañarme a pesar de que tenía  trabajo hasta el tope. Los días se pasaron entre compartir con la nieta, conocer a la nueva sobrina nieta Ema y por supuesto ir de paseo, compras, comer bien, al teatro y sobre todo alejarnos de Caracas y el estrés. Al regreso nos enfrentaríamos nuevamente a la campaña electoral para renovar las legislaturas y Alcaldías. De nuevo la ciudad empapelada de propaganda, la radio en su mayoría oficialista solo dando cabida a los sempiternos mensajes, casi venidos del más allá de difunto, mil veces nombrado y ensalzado. La fecha fijada fue el domingo 8 de diciembre. Los resultados complacieron en la medida que cada uno de los dos bandos hizo la lectura de los resultados que le convenía. Pero como ya nos tiene acostumbrado este régimen, esa votación fue con enorme ventajismo para el oficialismo, el cual  se desbordó en recursos y regalos para atraer la votación e incluso ,en un golpe popular se puso a intervenir negocios y comercios obligándolos a rebajar el 30% del precio , para ajustarlos a lo que llamó “precio justo”. y  aunque no se pueda medir realmente cuanto influyó esa medida en el resultado, ganaron por una parte en votos, y número de Alcaldías  pero perdieron las capitales más grandes.. El lunes ya pareció que cada quien pasó la página y se comenzó a comprar regalos de navidad, preparar hallacas y todos los preparativos que siempre se hacen en estas fechas.  Este año las hallacas las hicimos mi hermana Mercedes y yo con el saldo de 110 hallacas, 7 horas de trabajo, y la casi consabida promesa de que el año que viene no se trabajaría tanto!  
Para el día 21 y para celebrar mi cumpleaños, planeé un fin de semana de consentimiento personal que se llevaría a cabo en el Centro Termal Las Trincheras,. Vanessa y Victoria nos acompañarían en eso de darse baños termales, lodoterapia, y por mi parte unos masajes relajantes con chocolate y aceites exquisitos y de terapia de lumbagía. Todo un éxito esos tres días dedicados a la salud corporal y el relax espiritual.
El día 24 lo celebramos en familia. Mi casa fue el sitio elegido para reunirnos 16 personas en total, con la misión de compartir, comer el menú navideño, brindar cuantas veces el cuerpo aguantara  y repartir los regalos. Todo se cumplió con alegría. Vinieron mis hijas y nietas, y mi yerno.  Mi hijo por adquisición matrimonial. Mi hermana Mercedes con sus dos hijos, la familia completa (, pues hasta el ex asistió). El novio de mi sobrina Valeria con sus padres completó el cuadro. Como en los buenos tiempos los regalos iban y venían de los  unos para los otros. Cada uno recibió regalos, sorpresas, pura alegría.-
El día 26 Gustavo y yo salimos de viaje rumbo a una posada ubicada muy cerca de Sanare, en el Estado Lara. Maravilloso lugar donde pasar unos días alejado del caos caraqueño y en comunicación con la naturaleza, la lectura y la buena comida. El Encanto hace honor a su nombre. Bella arquitectura e inmejorable atención. El día 28 asistimos en el pueblo de Sanare a las festividades de Las Zaragozas, una tradición en la cual se celebra una misa tempranera, y después salen los zaragozanos  con sus máscaras y disfraces de colores, sombreros, y cascabeles con cintas, a bailar por todas las calles del pueblo, acompañados de la música de una banda. Una mezcla de fiesta popular y feria que atrae a turistas y divierte a los habitantes del pueblo y de  los caseríos cercanos. Por supuesto que termina con quizás demasiados brindis de los locales y curiosos.
          El regreso fue el día 30 con parada en Barquisimeto para conocer la galería de arte  Ámbito, recién inaugurada y propiedad de un amigo y luego de ello una parada en Valencia para compartir con mis sobrinos los Archila-Miguel y mi amiga Luz Marina. Un tiempo para la familia y amigos, así como para reafirmar afectos. Dormimos en casa de mi sobrino Víctor y su esposa, quienes nos atendieron con cariño y generosidad.
         Hoy 31  termino este recuento con la esperanza de que ese 2014 cercano sea de paz y armonía para todos. Que caigan bendiciones para mi familia y mi país. Gracias a Dios, por tantas cosas buenas que nos diste durante el año. En ti confiamos para darnos la fortaleza de enfrentar con fe lo que nos depare el 2014..
  

lunes, 20 de mayo de 2013

Un viaje al fin del mundo de ida y vuelta

           CARACAS - USHUAIA UN VIAJE EN CUATRO RUEDAS. 
 Comenzar a leer el libro que titula este post es adentrarse en una fantástica aventura que abrirá nuestros sentidos. En él descubrimos a través de las 487 páginas de las cuales consta el libro mucho más que un diario de viaje. Es una sucesiva revelación de lo que Heberto Gamero y su innominada copiloto, hicieron durante ese largo viaje de Treinta mil novecientos noventa y dos kilómetros, que los llevó a completar lo que era el sueño del niño nacido paraguanero, ( de Punta Cardón-Estado Falcón ) a una realidad que después, para nuestro deleite, transcribió con toda la magia de un buen narrador. Así descubrimos a un autor que nos enseña su fase más poética con la descripción de bellísimos parajes en estupendas imágenes y bien formadas metáforas. Un narrador que mezcla la realidad de su viaje con la ficción en pasajes y conversaciones supuestas con personajes históricos que de alguna manera vivieron lo mismo que Gamero está viviendo, en cuanto a que recorrieron esos mismos lugares, claro está bajo otras circunstancias, algunas en extremis y sin contar con las facilidades de una buena camioneta, carreteras pavimentadas y medios fluviales que ya conocen la ruta. Un narrador que dialoga con Fernando de Magallanes, Almagro , Pizarro, Atahualpa , entre otros, como si fueran amigos de la infancia y que nos ayuda a entender y apreciar la historia de cada uno de esos personajes, con el magnífico trabajo de investigación que acompaña a las anécdotas y hechos narrados. No podemos dejar de destacar el paralelismo entre la aventura sueño que lleva a cabo el autor, con el viaje de Magallanes a esos mismos confines. Uno por la costa y el otro tierra adentro pero con un mismo destino, aunque en el caso de Magallanes con un infeliz final. La labor de investigación del autor en referencia al viaje del explorador es minuciosa y limpia. Podemos observar también cómo se nos revela en la narración el crítico y a veces moralista, que nos dicta con pasmosa sinceridad su opinión sobre temas como el control de la natalidad o la pobreza extrema. Nos dejamos llevar por su confesa incredulidad ante tanta riqueza desaprovechada. Sus conversaciones reales con los personajes que conoce y que alguna manera le ayudan en ese largo periplo, llenan de simpáticas anécdotas muchas páginas del libro.. Conocimos también un poco más sobre la vida de Charles Darwin, y de la accidentada topografía del cono sur. Sus llanuras y montañas, sus glaciares y lagos. Toda una lección de geografía ese recorrido por países tan diversos como Brasil, Uruguay,  Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Nos emocionamos con los pasajes que nos llevan a conocer a Mario Benedetti y la entrevista que le hizo en su casa y el recorrido por las tres casas donde vivió el poeta Pablo Neruda. Isla Negra colmó nuestra imaginación romántica con tanta pasión que salí a releer parte su obra poética con un deleite renovado. Disfrutamos otra vez de lo que ya habíamos vivido en viajes propios, de lo magnifico del glaciar Perito Moreno, el estrecho de Magallanes , lo increíble de Machu Pichu y la ciudad patrimonio Cuzco. La visita a los simpáticos pingüinos y la emoción de llegar a la ciudad que se llama así misma como el fin del mundo: Ushuaia. Comprobamos que lo narrado se ajustaba a la realidad que ya habíamos conocido y confieso que sentí envidia sana de no haber llevado también mi diario de viaje cuando visité esos sitios. Una lectura que escogimos en un principio para llenar el compromiso de nuestra reunión mensual con el grupo Visión Nora Bustamante y que se convirtió a medida que avanzamos en ella en una agradable sorpresa y que después de pocas páginas, terminó por atraparnos completamente. Felicitaciones para Heberto Gamero y reivindico para la posteridad y para quien quiera leer el libro que la tantas veces nombrada copiloto, es la esposa de Heberto y se llama Iris Verastegui.

jueves, 14 de marzo de 2013

Costa Rica, un país para vivir


Después de 35 años sin visitar al país, con tan solo llegar al aeropuerto Juan Santamaría de San José de Costa Rica, ya pude constatar el enorme cambio favorable que ha tenido. Su capital San José, aún conserva sin embargo un aire pueblerino, con calles flanqueadas por casas que ahora se han convertido en comercios variados y que laten al ritmo de miles de peatones. A toda hora en los cruces de las esquinas caminan presurosos, sin detenerse ante sus emblemáticos edificios como el primer hotel lujoso el Costa Rica, con su bien servido restaurante, el cual se precia de haber alojado a Cantinflas, y situado frente el Teatro Nacional (finales del siglo XIX), y en ángulo con el Museo del Oro precolombino, de arquitectura subterránea y la Plaza de la Cultura. La catedral de San José de Nazaret, con su cúpula, vitrales y pisos de mosaicos. El antiguo edificio de Correos y Telégrafos o el moderno edificio que es sede del Tribunal Supremo de Justicia en el distrito financiero. Acaso en los parques y plazas sea en los únicos sitios que se detiene ese ritmo, al recibir  por momentos a la parejita joven enamorada, al adulto mayor jubilado o al indigente adormecido. Para tomar el pulso es obligatorio visitar el mercado Central y apreciar la variedad de productos agrícolas, sus típicos comederos y la gran cantidad de ventas de flores. Al igual que ver el largo callejón de tarantines que es el  Mercado de las Artesanías exhibiendo trabajos en madera, tejidos y cerámica, adyacente a la Plaza de la Democracia y cercano al Museo Nacional con su escalinata flanqueada por un extraña escultura de vidrio. En el parque La Sabana está el estadio Nacional de fútbol  dos medias conchas que desafían al espacio y lanzan su reto al cielo; el Museo de Jade, en la sede del Instituto Nacional de Seguros, con una enorme escultura en bronce en su frente. Muy cerca La Casa Amarilla, sede del gobierno, la cual  cubre una manzana y  luce confiada a la mirada del paseante turista, sin grandes guardianes.
No se puede dejar de lado la visita a cualquiera de los 5 volcanes activos. Fuimos al Poas, con la laguna Boto a un lado, solo que hay que tener la suerte de que el tiempo esté libre de neblina para ver sus fumarolas y cráter lleno de ácido.
 Al final  de mi viaje confirmé lo que muchos venezolanos que ahora lo habitan dicen “Un país para vivir”

martes, 12 de marzo de 2013

Presente, pero nunca cercano


PRESENTE, PERO NUNCA CERCANO

Nunca lo conocí de cerca, ni siquiera lo vi de lejos. El único contacto siempre fue virtual y distante, los escasos centímetros que me separaban al cajón del televisor, y más recientemente a lo plano del LCD, o a la pantalla de cine.  El primer acercamiento ocurrió en la madrugada de aquel fatídico 4 de febrero de 1992. No fue nada grato la visión petulante y prepotente de quien aún derrotado y confesándose vencido prometía que “por ahora “no se habían cumplido los objetivo. Es decir, que vendría más. Que habría otra intentona de romper el hilo democrático. En ese momento quien ejercía la Presidencia no era el objeto de mi preferencia, pero el que alguien por vía de la fuerza tratara de romper el orden  constitucional, no era una opción que aceptara.
Los acontecimientos que siguieron después serán juzgados por la historia, El por qué esa figura que surgió de un madrugonazo llegó a conectarse en forma tan cercana con una parte de la población no entra en mis análisis político y se escapan de estas líneas.
Lo cierto es que durante 14 años su figura  se mantuvo en primera plana, su cara presente en mi pantalla de TV por el tiempo que  fuera capaz de resistir las largas cadenas o las charlas bien actuadas, cronometrados sus movimientos con el fin específico de cautivar al oyente. No eran al azar sus muecas, el dirigirse a los subalternos para pedir un datos o preguntarles cualquier cosa. El sabía que debía de mantenerlos atentos, pendientes del llamado. El tic nervioso en la boca, que la volvía mueca, la pausa para beber café o agua. Todo estaba pensado para causar un efecto. Un actor formado en el Actor s Studio no lo haría mejor.
Una vez vi a un encantador de serpientes sacar del canasto a una cobra y erguirse en un baile  algo macabro, sólo con el sonido de una flauta. Sorprendente como poco a poco al oír las notas, la cobra salía desde el fondo encestado y se mantenía erecta y desafiante. Así era el efecto Chávez en las masas. Confieso que conmigo nunca hubo esa conexión que me hiciera salir del cesto.
Ahora muerto Chávez, mi  distancia con su figura se hace aún más lejana, Mientras miles de cobras esperan por un nuevo encantador, que les haga sentir que forman parte del baile,
 se vuelve más peligrosa  en su contenido: Nace un mito, un casi santo se está gestando Amanecerá de nuevo y todos seremos los mismos. Menos uno..

martes, 1 de enero de 2013

El ojo rebelde

Hasta el día 7 de noviembre mis dos ojos actuaban juntos. Si miraba hacia arriba, ambos obedecían, si era hacia abajo los parpados casi cerrados cubrían sin titubear, ni dar paso a que alguien descubriese para donde se dirigía la mirada. Estaban sincronizados. No había duda. Me obedecían, o al menos de eso yo me ufanaba.


Fue mi decisión que primero a uno de ellos y luego al otro, debían de despejarles la cornea y librarlos de eso que llaman cataratas. No sé el por qué de ese nombre, ya que la verdad nunca sentí que me corriese agua por dentro, a menos que no fueran lágrimas. Pero a esas nunca las nombré así y siempre me parecieron liberadoras o de angustias y tristeza, o algunas veces, no tantas como quisiera, de autentica alegría. Llorar para celebrar eso es lo máximo.

Llegó el día 8 de noviembre y consiente, confiada y hasta esperanzada de que con la eliminación de “las cataratas” mi ojo derecho se abriría a luz y podría prescindir de los fastidiosos e indispensables lentes, me fui a operar. Quienes antes que yo lo habían hecho, me animaron con frases como: “eso es una tontería, se sale rápido, como en diez minutos y ya está; tranquila que eso no es nada “. Y la confianza y tranquilidad crecieron.

En efecto la operación en sí no dura nada , claro estuve levantada desde las 5 Am para llegar a tiempo, a la Clínica en Altamira, sin que el tráfico de la autopista Prados del Este me agarrara y me impidiera estar a las 8 Am , hora fijada para la intervención,. Con todo y que eran “diez minutos” salí de la Clínica a las 2 de la tarde, con mi parche de pirata sobre el ojo derecho y la convicción de que medio ciega como estaba la vida no era tan vistosa, como yo la había vivido, aunque usara lentes.

Para compensar la levantada de madrugada llegué a mi casa y después de un almuerzo ligero, chapulín directo a la cama a recuperar parte del sueño perdido.

Todo se desenvolvió sin casi molestias hasta las 12 de las noche cuando mi ojo se despertó de la anestesia y comencé a sentir uno de los peores dolores del cual yo no tenía punto de comparación. Ni de casualidad ninguno de los que yo recordaba haber tenido se le acercaba, Un ardor que no se detenía, y cada vez que el ojo parpadeaba era como si una hojilla ( peor que la del innombrable locutor chavista) me la pasaran por el ojo con verdadera saña. Este tormento duró toda la noche con intervalos de dos horas cada vez que se repetía, que era cuando el efecto de los ocho analgésicos que me tomé alternos, se disipaba.

Creo que desde ese momento mi ojo comenzó una rebelión particular y decidió tomar vida propia, fuera de las leyes que rigen todos mis otros órganos o sentidos. Es así, que sin motivo externo llora copiosamente. Le teme a la luz más que un vampiro al amanecer. Me obliga a usar lentes obscuros para manejar de noche. Esta situación inaudita, la compenso cediéndole el volante a mi esposo, pero me obliga al sometimiento conyugal de que si no vamos juntos, no puedo salir. Mi vida social se ha limitado y resentido enormemente, ya que no todas mis salidas cuentan con la aprobación marital.

Ver televisión o usar la computadora es una aventura, cuando se está acompañada por los lentes para leer (que el ojo sin operar necesita) y los de sol que el operado exige. Una lucha de podres en los cuales siempre el derecho sale vencedor, o de lo contrario, se manifiesta llorando en forma espontanea e incontrolable.

Como un pobre paliativo para esa condición, he acudido a las gotas oftálmicas, y ya llevo probadas hasta ahora cuatro marcas diferentes. De esto van dos meses y pico y ya la rebelión está casi controlada. Espero no hayan recaídas, ni que el ojo izquierdo se entere de que puede alzarse cual guerrillero de la FARC en algún momento, ya que por otra parte está cercano el hecho de que debo tomar la decisión más crucial de este comienzo de 2.013: ¡tengo que proceder a operarme el izquierdo¡

Mientras tanto, ya he contactado con la delegación colombiana de dialogo con las FARC, para que me de algunos lineamientos que hayan resultados exitosos en caso de confrontación armada. Eso sí, nada de hablar con Piedad Cordova¡

Mi viaje personal 2012

A pocas horas de finalizar este 2012 quise hacer un recuento personal de este año que ha sido de autentica montaña rusa. Ha tenido picos importantes que han marcado cada mes con una secuencia de alegrías, frustraciones, logros, perdidas y por sobre todo cambios en la manera de afrontar cada uno de esos acontecimientos.

Al inicio del año en los primeros días de Enero nos dimos un viaje por la costa de Brasil en el barco Costa Concordia que nos dio la perfecta idea de lo que son los brasileños en su propia esencia. El pasaje estaba compuesto por 2280 personas, de los cuales solo 70 viajábamos con pasaporte, el resto lo hacía con su carnet de identidad porque eran ciudadanos brasileños. Eso me dio, como si fuera verme en un espejo, la actitud que toman cuando se juntan: son escandalosos, invasores, maleducados, hacen alboroto, gritones, indisciplinados y además se creen los dueños de todo. Es decir, igualito que nosotros los venezolanos cuando nos reunimos. En este viaje tuvimos mi esposo y yo la oportunidad de estar juntos y conversar entre nosotros. Nada de socializar con otros, porque simplemente ignoran a los otros que no hablan su idioma. Nada de que como se parecen las lenguas, podemos hablar. Cuando están juntos se hacen los que no entienden ni jota nuestro español. Pero, eso no cambia que el viaje fue bellísimo, los lugares visitados una delicia. La comida buenísima, los kilos de más nos acompañaron de regreso

Ya en la rutina del retorno nos preparamos en febrero para recibir con alegría el bautizo de Ignacio, el hijo de mi sobrina Verónica y su esposo Julio. Además de lo que significaba el bautismo en sí, era la oportunidad perfecta para reunir a toda la familia, incluyendo a las dos sobrinas Virna y Viryna que venían de México y Buenos Aires, respectivamente y Rodolfo de Florida. La ocasión también fue propicia para que Adrian, el novio de Viryna formalmente le pidiera su mano a mi hermano Nelson. El broche de oro, hacerlo en público y con toda la familia.

La dicha nos duró poco ya que a la semana de esa alegría Nelson fallece de manera repentina de un infarto, justo el mismo día del aniversario 38 de la muerte de mamá. Este hecho estampó el primer gran dolor de este año y nos hizo pensar en carne propia y en serio lo vulnerables que somos. Hoy y ahora estamos y en segundos podemos ya no estar.

Desde septiembre del 2011 habíamos planificado un viaje para el Norte de España en compañía de Vanessa y mis dos nietas, y aunque destrozados por la ausencia de Nelson, decidimos que con más razón nos íbamos y así que en Semana Santa y con unos días más antes y después de ella, nos fuimos a la conquista de las tierras catalanas, asturianas, la Coruña y la gallega. Fue un viaje increíblemente bello, recorrimos en automóvil un poco más de 1880 Km , en un carro alquilado desde Bilbao. Nuestro destino intermedio era Santiago de Compostela, así que era el camino de Santiago pero perfectamente ligth, cómodamente sentados en una camioneta Peageaut, que hasta hablaba, (nos avisaba cuando no teníamos el cinturón de seguridad puesto, o una puerta abierta). Nos encontramos con paisajes verdes, todos sembrados, autopistas perfectas sin huecos , ni baches y cientos de pueblitos de postal, algunos casi sin gente visible. Ciudades como Santiago, León, Burgos, Zaragoza, con sus magnificas Catedrales. Me maravillé de ver la tumba de mí amado personaje histórico: Rodrigo Ruiz Díaz de Vivar, El Cid Campeador, reposando al lado de su amada Ximena en la Catedral de Burgos. Me encontré con la imagen de la Virgen del Pilar en la Catedral de Zaragoza y recordé los cientos de rosario que le recé cuando estudiaba primaria en el Colegio El Pilar. Mi hija visitó con emoción a Cabezón de la Sal, el pueblo de Santander de donde es originario su padre y sus abuelos, y bisabuelos paternos. Toda una experiencia de esas en donde se dice que la sangre te llama. Un viaje que nos reconcilió con la paz y la sensación de sentirse seguro, de no estar asediados por el temor a la delincuencia, aún cuando no dejamos nuestra paranoia de lado completamente y nos manteníamos atentos a lo que creíamos podían ser movimientos sospechosos de un posible ladrón. Nada pasó. Estuvimos seguros y confiados, excepto por Cadivi que nos traicionó y se empeñó en que nuestras tarjetas, tanto la de Gustavo como la mía, pudieran darnos el placer de gastar nuestro mísero cupo. Pero ni eso nos privó del placer de gozar nuestro recorrido.

En Mayo decidimos ir de nuevo al encuentro de la familia, como quien dice, no perdernos ni una sola oportunidad de compartir con los que están fuera, y nos fuimos al propio y mismísimo Imperio al bautizo de Mía Fátima, la hija de mi sobrino Rodolfo y su esposa Ana. Tenía como 4 años que no pisaba territorio gringo y fue un placer visitar en Miami, sus mall, y sentirme devaluada al máximo pero convertida en una autentica window shoping. Respirar ese aroma a no hacer nada , como no sea consentir se los sentidos del gusto, la vista y el disfrute de un poco de orden.

Ya en junio comenzó de lleno la campaña electoral para la elección del candidato unitario y fue de nuevo estar metida en lo que ello significa: discusiones, politiquería y el enfrentamiento entre distintos sectores, para al fin encontrar el candidato idóneo que se enfrentara a la fuerza del mal de Chávez y su aparato político y generoso en dinero.

Julio, Agosto, Septiembre marcaron el paso de la lucha y la ansiedad. El sueño de que podíamos derrotar al gobierno nos puso de nuevo en lo más alto de la esperanza hasta la caída estrepitosa del 7 de octubre. No pudimos. No hay futuro. Los sueños murieron y las lágrimas por esa pérdida fueron la continuación de las que viví el 20 de febrero. Dos sentimientos de frustración, diferentes, pero que me dejaron agotada y decidida cada vez más a vivir el día a día. A no perder un momento de alegría y renovar la confianza de que no puede ser que a este país le haya caído la plaga para siempre. Tiene que haber una salida y no solo la podemos dejar en manos de Dios. Hay que trabajar por ella.

En noviembre, de nuevo se nos alegró el corazón por razones familiares. La boda de Viryna sería el día 24 y era necesario que no la dejáramos sola en tan especial día. De nuevo a planificar viaje y así con todo el amor 11 personas de la familia, entre las que cuento a mi hermana Lucero que desde México, se unió con nosotros, emprendimos vuelo hacia Buenos Aires el día 22. Una boda de cuento de hadas. El sitio elegido para la ceremonia y recepción fue una estancia a 40 Km de la capital con cabañas, hotel, campo de golf, piscinas, spa y hasta una vaquera, paseos a caballo, canchas de tenis y sobre todo el ánimo de celebrar el compromiso que ya Viryna y Adrian tenían desde hace tres años de estar juntos, esta vez con el deseo de que sea para siempre. No solo tenía la ilusión de la boda , sino de conocer en persona a mi sobrina nieta Andrea, la hija de mi ahijada Virna y Francisco. Adam. Una mexicanita que ya para esta fecha tendría cinco meses y medio y a quien solo  la había visto con su sonrisa amplia en Facebook.La realidad me confirmó que es tan bella como su mamá y tan dulce que de ser un postre me la comería sin remordimientos.
La novia llegó hasta el altar puesto en una pequeña isla del sitio, montada en un coche descubierto, lleno de flores y tirado por caballos. Viryna lucía espectacular con el fondo verde del paisaje y saliendo de un bosque. Creo que lo único que me empañó la alegría de ese momento fue darme cuenta de que Nelson no estaba con nosotros para ver a su hija casarse. Los aplausos de los presentes al llegar ella hasta donde estaba Adrian y las lagrimas hicieron juntos el camino.

Esta vez aseguro que las mías fueron de dicha y nostalgia. Todo quedó bellísimo y en la ceremonia, a petición del novio, les dije unas palabras que me salieron desde lo más profundo del corazón. Felicidad para ellos y la nueva familia.

Nuevamente elecciones y otra estrepitosa caída. Se perdieron espacios que ya habían sido conquistados, la abstención ganó la partida y aquí estamos: esperando a este 2013 con una situación política que no sabemos en qué va a parar. Un Presidente electo enfermo grave, que ni siquiera podrá tomar posesión, pero que de morirse( lo más seguro) deja a un país hecho polvo y cercado por la corrupción y la delincuencia. Un caos se nos avecina.

Mañana no sé si tendremos la voz clara para decir FELIZ AÑO. Dios nos proteja.

jueves, 21 de abril de 2011

ENCUENTRO CON EL POETA MARK STRAND






La visita del poeta Mark Strand a Caracas estuvo signada por varios actos a los cuales no se les dio la suficiente publicidad. Casi a escondidas me enteré de que estaría el domingo 3 de abril en el Hotel Caracas Palace , acompañado de varios de nuestros poetas a fin de tener un conversatorio y oír la lectura de algunos de sus poemas. La convocatoria hecha para las 11 am sufrió algunos retrasos y comenzó la reunión casi entrando las 12 m. La figura alta, delgada, con sus ojos azules tras los lentes de montura ancha, que contrastan con las cenizas que hay en su ya escaso cabello, así como su voz cálida, de acento perfectamente entendible, causan la necesaria admiración aún sin conocer su extenso currículo, que incluyen el haber sido designado poeta laureado por la Biblioteca del Congreso de los EEUU, El premio Bollingen, el premio Wallace Stevens, el premio Pulitzer , además de desempeñarse como Profesor de la Universidad de Columbia.
La presentación del invitado estuvo a cargo de Rafael Cadenas, quien con manifiesta modestia confesó ser “un profesional de la inseguridad”. Nos recordó lo cerca que se encuentra Strand del poeta Stevens, y de que el oficio de escribir se ejerce borrando la humildad de quitarle peso a la dicha. Nos habló de cómo Strand deslumbra con palabras que no brillan, de ver el poema como artefacto inagotable y de que en definitiva y pese a que Strand declarara que no seguiría escribiendo poesía, ésta nunca deja ir a sus súbditos. Luego en riguroso orden alfabético fueron los poetas Edda Armas, Igor Barreto, Patricia Guzmán, Leonardo Padrón y Yolanda Pantín leyendo los poemas traducidos por Beverly Pérez Rego, del libro “Nada ocurra”, luego de escucharlos en la propia voz del autor. Así oímos en doble melodía los poemas Carta, A Ella, La llegada de la luz, Elegía a mi padre y El regreso del gran poeta.
Me permito copiar el verso final de El regreso del gran poeta:



Díganme ustedes allá afuera, de todos modos, ¿qué es la poesía?
¿Puede alguien morir sin ni siquiera un poco?



Y me pregunto ¿Esperaremos en vano el regreso de Mark Srand?