miércoles, 11 de junio de 2008

Los cuentos en Contraespejismo

Gerson, con su negro cabello anudado en una coleta casi hasta el hombro, repartía con diligencia un Castillo de Molina blanco, discretamente frío, mientras sus ojos achinados veían a la concurrencia con algo de asombro.
No era para menos, la lectura de los textos de Eduardo Liendo, ese Capricorniano (12 de Enero) nacido en Caracas, había congregado en el Centro Cultural Chacao bajo los auspicios de Relectura y Alfaguara, a un selecto público que se deleitaba al escuchar en las voces del propio autor y en las de Rodrigo Blanco, Ana Teresa Torres y Sael Ibáñez, algunos de los cuentos del libro Contraespejismos. Muchos de ellos ya habían sido publicados bajo el titulo El Cocodrilo Rojo y ahora se hacían acompañar en esta nueva compilación por otros relatos tan magistrales como aquellos que ya conocíamos. Con este libro da inicio Alfaguara a la biblioteca Eduardo Liendo, quien al tomar la palabra rindió con justicia, un homenaje al recién desaparecido poeta Eugenio Montejo, no sólo leyendo las líneas que le escribió publicadas en el diario Tal Cual, sino pidiendo para él, un minuto de aplausos. Honor a quien honor merece.
Fue una grata noche que disfruté acompañada además por los amigos Olga Fuchs, Lenín Pérez, Ibelís Crespo y la jovencísima Andrea Mibelli y al final de ella, confieso que con un atrevimiento que es casi como una travesura, le pedí a Eduardo Liendo su número telefónico, para poder concertar el encuentro de otra tarde literaria, tal como la que disfrutamos con Oscar Marcano, la semana pasada. Y la cual reseñé en este mismo blog

lunes, 9 de junio de 2008

El último encuentro


Tengo que confesar que mi primer encuentro con la literatura de Sándor Márais fue coincidencialmente con el libro “El último encuentro”. No podía haber sido mejor la recomendación del Profesor Jesús Nieves Montero de adentrarnos en la lectura de tan magnifico libro.
Este autor nacido en 1.990 en el pueblo de (Kassa), que forma parte de lo que hoy es Eslovaquia, nos muestra en esta novela todos los conflictos que lleva el general Henrik guardados durante cuarenta años y cuarenta y tres días, que dura la espera por el encuentro con Konrád, el amigo, casi hermano, que lo ha traicionado, y engañado con su esposa.
La potencia narrativa que se desprende a lo largo de toda la obra, con las largas, pero definitivas conversaciones, que son en boca del general un monologo aleccionador sobre lo que es la amistad, la venganza, los celos, el arrepentimiento, hasta finalmente alcanzar el perdón a sí mismo, y al amigo, por esos años perdidos llenos de duda, de rencor acumulado.
El secreto reservado por cuatro décadas, que con la tensión propia de un gran escritor, se nos va desvelando en cada página, pero sin dar todos los detalles, guardando siempre algo para más adelante. Es como una luz que se abriera en un amplio haz, mientras se van resolviendo las tragedias personales de los personajes.
Este texto escrito en húngaro, ha sufrido los reveses de haber sido prohibido por un tiempo en su país de origen, en la época del comunismo, al igual que otras de las obras de Márais. Su reaparición en 1.999, con la traducción castellana, le dio un aire nuevo, cuando ya el autor tenía una década de muerto. Se había pegado un tiro en febrero de 1.989. Se sentía solo, (su mujer por más de 60 años ya había fallecido) y con la conciencia de que no podría vivir sino recluido en algún sitio y ayudado por otros, se despide con una frase precisa y contundente:” Ha llegado el momento”.
A su manera, él también al igual que el personaje de su libro, dentro de sus tribulaciones hizo las paces con el mundo.
Copio para ello una de las preguntas que se hace el general en la narración:
¿Crees tú también que el sentido de la vida no es otro que la pasión, que un día colma nuestro corazón, nuestra alma y nuestro cuerpo, y que después arde para siempre, hasta la muerte, pase lo que pase?
Y esta reflexión:
El tiempo trae y se lleva las cosas, de manera arbitraria, y no somos sólo nosotros quienes ponemos nuestras acciones y sus circunstancias en el marco del tiempo.
Segura estoy que de ahora en adelante estaré a la búsqueda de alguna de sus otras obras: Confesiones de un burgués, La mujer justa, La herencia de Eszter, Divorcio en Buda o la segunda parte de su biografía plasmada en Tierra, Tierra