domingo, 11 de enero de 2009

Un 2.009 de CALEIDOSCOPIO

Quisiera que este fuera el año de la mirada a través del CALEIDOSCOPIO. La palabra que nos significa, si la seccionamos etimológicamente de su raíz griega: Kalos que es bello; EIDOS, representa forma y SCOPEO, observar; nos dan la definición de que sería un instrumento para observar formas bellas.
Así quiero estar a la mira de este 2.009: como un compendio de cosas bellas. No sólo para mi familia, amigos y por supuesto para mi, sino para mi país.
Ver a mi ciudad con sus plazas y parques llenas de flores, niños jugando y no rodeadas de basura e indigentes. Que cada uno de los espacios públicos, no me importa si están ubicados en los municipios oficialistas o de la oposición, sean un refugio para el ciudadano de a pie y para el que espera y desea tener un momento de sano esparcimiento con su familia, sin temores ni sobresaltos.
Que sus calles, avenidas y autopistas, estén libres de huecos, defensas rotas, vendedores ambulantes, vallas publicitarias que quitan el espacio a la vista del Ávila, su verdor, su magnifico entorno. Vallas que nos obligan a entrar al mundo del consumismo, o peor al de la propaganda política y nos hacen olvidar la naturaleza pródiga que nos rodea.
Espero con mi tubo de cristales, espejos en ángulos y piedras de colores, no tener que leer en los periódicos de cada mañana que la violencia arrebató la vida a alguno de nuestros jóvenes y que el trabajador responsable no cayó en manos de una banda delictiva para robarle el esfuerzo de su día de trabajo.
Seguir viendo por mi máquina de ilusiones y comprobar que ya en los hospitales hay dotación completa de insumos, médicos abnegados que llevan consuelo y sanación con salarios justos y dignos. Que se terminó “el ruleteo” de pacientes, que siempre acaba con la aceptación en cualquier sitio cuando ya es demasiado tarde.
Sentir regocijo al ver las escuelas en perfecto estado de mantenimiento, con aulas llenas y nuestros niños recibiendo la educación que se merecen con maestros capaces y bien remunerados.
Pudiera seguir con una larga lista de deseos, anhelos y por supuesto sueños, y es que mi CALEIDOSCOPIO, algo mágico lo sé, me da para delirar con tantas utopías que pienso que todos los colores no van a ser suficientes para describir todo lo bello que quiero para todos.
Soñar no cuesta, dicen por allí, pero que triste es despertarse.